Si hay una gala espectacular en el mundo, esa es la gala de los Oscar. A mucha gente le parece un coñazo, pero no hay otra de la que yo sea más fan. Desde bien pequeña me he quedado la noche en vela para poder verla. Y este año, por primera vez en la vida, la he vivido en directo a dos calles de donde estaba sucediendo (los más cerca que en la vida estaré). Y no sólo lo he vivido intensamente por la gala en sí, sino los preparativos y el ambientillo previo. Tres días antes el tramo de delante del Dolby (antes conocido como Kodak) Theatre en Hollywood Boulevard ya estaba cortado al tráfico, podías pasar caminando por allí y ver todo el despliegue que estaban montando.
No es sólo porque yo sea muy fan de esta gala, es que como profesional del medio me parece un dispositivo enorme, digno de ver en algún momento. Y sin duda, el mayor evento en el que me gustaría trabajar aunque sea una vez en la vida, es éste y una final de un Mundial. Así que me da mucha envidia ver ahí a toda esa gente preparando todo, durante días, haciendo ensayos y mirando hasta el último detalle para que todo salga bien esa noche. Te podrá gustar o no el acto en sí, pero hay que reconocer que es una retrasmisión espectacular y que sigue prácticamente todo el planeta, así que todo tiene que estar perfecto.
La misma mañana del domingo hemos ido a ver cómo estaba el ambiente a las puertas del teatro. Ya estaba todo el tráfico cortado, muchísima seguridad privada y policía, la alfombra roja ya colocada y mucha gente detrás de la valla para poder ver, desde la esquina eso sí, a sus actores favoritos. Pero para ser lo que es, no estaba tan abarrotado como yo me esperaba. Es España habría gente esperando desde la noche anterior y no se podría pasar por la acera. Pero aquí no: tú podías andar tranquilamente por ahí. Había gente, pero no agobio. Creo que para eso los americanos son más listos y prefieren verlo desde casa que se ve mejor. Así que los que estábamos ahí seríamos la mayoría turistas.
Después hemos ido a casa para comer deprisa y prepararnos porque a las 15:30 nos queríamos ir a ver la gala a casa de unos amigos de Lara.
Lara nos ha acogido en su casa y nos ha presentado a todos sus amigos, es encantadora. Así que en un día así, como ha visto que yo estaba loca con el evento, nos ha invitado también a ir a verlo con su grupo de amigos. Ellos se reúnen todos los años a verlo y hacen una porra y todo. Se lo toman muy en serio porque todos se dedican al cine y controlan de esto, así que hay bastante rivalidad con el tema de las apuestas, y eso, visto así desde fuera como nueva en este grupo, es muy gracioso!
Después hemos ido a casa para comer deprisa y prepararnos porque a las 15:30 nos queríamos ir a ver la gala a casa de unos amigos de Lara.
Lara nos ha acogido en su casa y nos ha presentado a todos sus amigos, es encantadora. Así que en un día así, como ha visto que yo estaba loca con el evento, nos ha invitado también a ir a verlo con su grupo de amigos. Ellos se reúnen todos los años a verlo y hacen una porra y todo. Se lo toman muy en serio porque todos se dedican al cine y controlan de esto, así que hay bastante rivalidad con el tema de las apuestas, y eso, visto así desde fuera como nueva en este grupo, es muy gracioso!
A las 16:00 o así nos hemos ido para casa de Pablo y Julia, los anfitriones. Ellos, como buenos profesionales, lo tenían todo preparado para que cuando llegáramos cada uno hiciera sus apuestas y empezáramos a ver la gala. Sólo había dos normas para ir: llevar la bebida que quieras y 5 dólares para tu apuesta. Entre todos hemos llevado cantidades industriales de comida y bebida, así que todo estaba listo.
Pero, por supuesto, antes de la gala está la Alfombra Roja. Eso es lo más importante de un evento de tal magnitud y teníamos que verla y comentar todos los estilismos.
Tras la presión de hacer la porra y preparar todas las bandejas de comida para “que no nos falte de ná”…empieza la gala.
La mitad del tiempo nos lo hemos pasado marujeando de los modelajes de la gente, así que había veces que no escuchábamos nada, pero nos hemos reído mucho. Y era muy curioso ver cómo sólo se hacía el silencio cuando iban a nombrar a los premiados, y cómo los que acertaban gritaban de emoción por conseguir un punto más y ver más cerca la posibilidad de llevarte el bote de dinero, que no viene nada mal….
No ha sido una de las mejores galas ni el año que yo más implicada estaba, porque tampoco había muchos nominados que me fascinaran. Eso sí, durante toda la semana pasada he estado viendo las pelis nominadas, más que nada para poder votar con criterio. Pero ya se sabe que los premios no suelen ser muy ajustados a la lógica, así que la porra decidí hacerla con la cabeza y no con el corazón y voté a la gente que creía que iba a ganar, no a la que yo quería que ganara (aunque a veces coincida). Y los premios que no tenía ni idea de cuál podría salir porque son muy técnicos y se me escapan…pues “al tun tún”....
Como comprenderéis no he ganado nada, pero tampoco he quedado la última: un digno puesto en mitad de la tabla. Tengo que decir en mi favor que los importantes los he acertado todos, pero los más “raros”, en plan el mejor corto documental…pues se me han escapado. Aunque para ser la primera vez, pues bien contenta que me voy.
Toda esta gente son grandísimos profesionales a los que, lo poco que les he conocido, admiro y sé que tarde o temprano llegarán a despuntar en el mundo del cine. Y yo tengo el honor de haberles conocido. Así que para mí, ver esta gala junto a ellos, comentar cada peli y cada premio y pasar un día tan divertido…eso…no tiene precio!
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