lunes, 11 de febrero de 2013

New Orleans

Nada más llegar hemos ido al Café Granada, recomendación de Erin. Ella decía que es un bar español con buenas tapas y sangría. Cómo son los guiris que les encanta la sangría! con los buenos vinos que hay en España y ellos sólo valoran la sangría!!!. El caso que nos hemos plantado en el Granada y hemos pedido una paella…toma ya! No estaba mala, pero picaba como un demonio. No entiendo porqué en USA cocinan todo tan picante, y mira que a mí me encanta, pero es que en una paella… Así que Paloma le ha dicho a la camarera que en España las paellas no pican, pero creo que no se lo ha tomado muy bien…

Para hacer la digestión decidimos dar un paseo. En América la gente no anda nada, va a todas partes en coche, así que nos miran raro. Le hemos preguntado a una chica por dónde podíamos ir y ella nos ha dicho una calle céntrica y un parque, pero que cogiéramos el tren (una mezcla entre metro y bus que tienen aquí). Pero nosotras preferíamos pasear así que hemos ido andando por esa zona y después, para compensar tanto ejercicio nos hemos metido una cheesecake y una lemoncake entre pecho y espalda.

Después hemos vuelto a por el coche para acercarnos más al centro, que estaba un poco lejos, y cuando íbamos conduciendo nos hemos topado con una calle cortada, así que hemos tenido que aparcar. Resulta que había una cabalgata por carnaval. Aquí se llama Mardi Gras y es una fiesta super divertida, pero eso ya lo contaré otro día, porque no tiene desperdicio.

Hemos estado ahí haciendo tiempo hasta las 20:30 que habíamos quedado con Benjamin. Ben es el primo de Erin, y como ella, como si fuéramos sus mejores amigas, le pidió que nos acogiera en su casa, pues él así lo ha hecho. Pero hasta esa hora no acababa de trabajar, así que hemos tenido que esperar bastante. Para ser USA es muy tarde, porque lo normal aquí es cenar a las 19:00 o así y a las 21:30 o por ahí acostarse. Y nosotras, entre la paliza de viajes que llevamos y que ya somos como de aquí, pues nos hemos acostumbrado a ese horario y a las 20:30 ya estamos rendidas. Pero bueno…todo sea por tener casa gratis.
Así que hemos esperado y a esa hora Ben nos ha llamado para quedar. Y ahí ha empezado un cúmulo de despropósitos. Como yo no me entero de nada por teléfono en inglés, Paloma se ha puesto al teléfono. La tía controla un huevo, pero se ve que por teléfono tampoco tanto, aunque a mí me hace creer que sí (jaja). El caso es que se ha tirado 10 minutos hablando con él y cuando cuelga le pregunto que qué le ha dicho y dice que ha dicho algo de su abuela, que pin…que pan,…, vamos…que no se había enterado de nada! Así que le ha pedido que nos escriba un SMS diciéndonos la dirección donde podemos quedar con él. Total que no nos escribía y decidimos escribirle nosotras diciéndole que no le entendíamos bien por teléfono y que si le esperábamos donde estábamos o quedamos en otro sitio, que nos diera la dirección y como tenemos GPS vamos donde sea. Con lo fácil que hubiera sido eso!! Pues no…el insistía en que esperáramos allí y él venía a por nosotras. Le hemos dado la dirección y ha dicho que cuando estuviera cerca nos avisaba. Así que nos hemos metido en el coche a esperar. Y la espera a dado para una larga charla sobre nuestras cosas… Ya estábamos echas polvo, pero había que esperarle ahí. De repente nos llega un mensaje y hemos pensado que ya venía…pues no! Era un mensaje, el cuál no he entendido así que hemos  tenido que meterlo en el traductor: “picking up seasoning before store closes an then that way”. A ver…las palabras las entendemos, pero el sentido de esta frase es que no sabíamos por dónde iba… total, que después de meterlo en el traductor hemos llegado a la conclusión de que iba a comprar unos condimentos antes de que cerraran las tiendas y luego ya, si eso, venía a por nosotras. Yo es que en cuanto he visto lo de pick up he pensado que venía a por nosotras, pero resulta que no.
Pues nada, a seguir esperando. Después de 40 minutos más hemos salido del coche para esperar en la esquina que le hemos dicho, porque mucho más no podía tardar. Y al rato ya nos ha llamado. Dice que estaba en esa dirección pero no nos veía, que cómo somos. Y Paloma “we are on the corner and we are two girls” claro!! Que más datos quiere? Si es que no le podía decir nada más la pobre… Resulta que él estaba enfrente y no nos veía, pero al final, con el típico truco de “levanta la mano” nos hemos encontrado.
Total, que ahí estamos, al fin, los tres juntos. Nosotros con más sueño que vergüenza y él con ganas de conversación, ahí en la esquina! Empieza a preguntarnos que qué hacemos por América y que en qué trabajamos,…esas típicas cosas que nos podía preguntar cenando, pues no, allí mismo quería saberlas.
Por fin conseguimos decirle que nos lleve a algún sitio para cenar y él se ha empeñado en que nos quedáramos por esa zona que estábamos, aunque dice que él no la controla mucho y no conoce sitios. Nosotras insistimos en que podemos ir por su casa o a la zona que quiera, pero él, ere que ere, que no, que allí nos quedamos. Pero, por supuesto, vamos en coche a la puerta del bar, en los dos coches! Otra vez a conducir. Le decimos “te seguimos” y nos ponemos en marcha. Empieza a dar vueltas por aquellas calles, no hay aparcamiento por ningún lado, vueltas y más vueltas… Conduce super deprisa, pone el intermitente hacia un lado y gira hacia el otro…un lío. Y de repente me llega un mensaje que pone “dyslexic”. Yo flipando en colores, indignadísima, digo “me está llamando disléxica?” Me estaba cayendo ya fatal! Entre el hambre, el sueño, porque los días aquí son eternos y aunque sean las 21 parecen las 3 de la mañana, y que no encontrábamos aparcamiento, me estaba cabreando y todo. Así que le he contestado “qué quieres decir con eso?”. Y el pobre me dice que ÉL es disléxico y que confunde la derecha con la izquierda. Pobrecillo…y yo cagándome en su padre (que por cierto le conocimos al día siguiente y es encantador).
Así que seguimos detrás de él. Yo le insistía en que fuéramos a otra zona, todo por mensaje, pero él no paraba de darnos vueltas por esas calles. Al final menos mal que recapacitaría y decidió salir de ahí. Nos ha llevado al típico bar americano con burguers y cervezas. Allí hemos cenado y hemos charlado con él. La verdad que es majo, aunque me gustaría entenderle más, porque ha habido un momento que hemos hablado de política que no he entendido ni papa. No sé por qué los americanos tienen la extraña idea de que sabemos inglés perfecto y hablan super deprisa. No será más lógico, cuando hablas con alguien que te ha dicho que no te entiende muy bien, que hables despacio y utilices frases claras y concisas? Pues no…el tío se pone a usar palabras raras que yo no he oído jamás…y claro, así no se puede. Pero bueno, el sentido de las frases lo pillo y de ahí sacó mis propias conclusiones.
Al fin digo ya que si nos vamos (porque yo veía que el tío se largaba y Paloma venga a darle coba) y salimos hacia su casa. Nosotras íbamos con un poco de miedo sólo de imaginarnos una casa de un tío treintañero, soltero y además americano…eso podía ser el desastre padre! Y no íbamos muy desencaminadas. La casa está chula, pero como todas en USA, desordenada y más guarra.... Nos enseña una habitación y dice que una puede dormir ahí y otra en el sofá. Las dos estábamos un poco que no sabíamos ni que pensar, porque es muy majo, de verdad, pero raro, así que hemos decidido dormir juntas en la cama de la habitación, que aunque es una cama pequeña, cabemos las dos haciendo la sardinilla (cada una con los pies hacia la cabeza de la otra).

Y así, echándonos unas risas sólo de pensar en todas las cosas raras que nos pasan, nos hemos dormido, ya que teníamos que estar despejadas para darlo todo al día siguiente en el Mardi Gras!

2 comentarios:

  1. Concisión, Layer, concisión. Y más fotos, porfa. Besos a las dos. Si me queréis, cuidarse.

    ResponderEliminar
  2. En Coruña hay una sala mítitca que se llama Mardi Gras, en honor a Nueva Orleans.

    ¡Qué envidia me das!

    Besos

    ResponderEliminar