viernes, 8 de febrero de 2013

Bye, bye

En  nuestro último día en Miami nos hemos ido a conocer esas zonas que no habíamos visto todavía. Nosotras creíamos que lo conocíamos casi todo, pero resulta que estar todo el día metidas en el coche recorriéndonos estaciones de televisión de las afueras no es hacer turismo. Te sirve para hacerte una idea de la ciudad y ubicarte en el mapa, pero el ambientillo no lo vives...eso es así.
Así que el último día Natalia se ha ofrecido a hacernos una ruta turística por el Miami que no conocíamos.
Primero hemos ido a Little Habana. Es una zona en la que vive una gran comunidad cubana. Por la noche es peligrosa, porque es un poco marginal, pero por el día tiene su encanto. La gente que vive aquí no sabe inglés, ni falta que les hace! Total, si no salen apenas de ahí…


Lo más famoso es Calle 8. Hay un paseo de las estrellas latinas muy gracioso, ya que es imitación del de Hollywood, pero con gente como el Puma o Raphael (grande!) y otros de los que no he oído ni hablar.


Al final de la calle hay una tiendecita de frutas donde puedes tomarte un zumo natural preparado al momento por dos viejecillas octogenarias entrañables.


Después hemos ido hasta Coral Gables. Es una zona residencial muy tranquila, con casitas típicas americanas rodeadas de árboles centenarios. Es todo muy bonito, con casas de gente de mucha pasta.
Ahí cerca está el Biltmore Hotel. Es un hotel de lujo construido en 1925. Es una réplica de la Giralda (ahí es ná). Durante la guerra se usó como hospital de campaña y, tras una restauración, se conserva todo como de esa época de los años 20.

Dando un paseo por ahí cerca puedes llegar hasta una piscina natural.

Nuestra última parada ha sido Coconut Grove. Sin duda el sitio que más me ha gustado de todos. Es un barrio super bonito para pasear, con tiendecillas muy chulas. Es la parte más cultureta de la ciudad, ya que aquí vive la gente “moderna”…vamos los “gafa pasta”.
No nos ha dado tiempo a indagar mucho y a conocerlo bien, pero lo poco que hemos estado me ha encantado. Habrá que volver!

Después a casa a descansar y, como despedida con Pepe y Toñi, al Katana: un japonés que a ellos les encanta y que, según dicen, tienen el mejor sushi que has probado jamás. Es un sitio pequeño, medio cutre, pero que la comida está buenísima. Lo curioso es que aquí no pides a la carta. Hay una barra con una especie de lago en medio por la que van pasando barquitos con platos de comida. Tú tienes que pillar los que te gusten y te los comes. Después se cuentan los platos y según los que hayas consumido te cobran. La idea está genial!
Con el cansancio no hemos podido ir a conocer nada más. Así que Toñi se ha quedado con las ganas de ir a una terraza muy chula con unas vistas que por lo visto son espectaculares. Será a la próxima, porque como estamos reventadas le hemos dicho que nos conformamos con las que tenemos desde su terraza. Hay que descansar que nos queda por delante una larga semana de viaje: Road Trip to L.A!




No hay comentarios:

Publicar un comentario